Con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo bajo el lema “Agua y desarrollo sostenible”, UGT y CCOO quieren demostrar su apoyo a la iniciativa de la ONU para establecer el acceso universal al agua potable de manera sostenible como uno de los objetivos fundamentales de desarrollo sostenible 2030.  El agua es un derecho humano que debe ser garantizado pero en la Unión Europea cerca de ocho millones de personas acceden a agua de mala calidad y en España más de tres millones de personas tienen dificultades para pagar las facturas.

El agua es un bien común, esencial para la conservación de los ecosistemas, y la protección de la salud y el bienestar humano. Es también un recurso finito y fundamental para el desarrollo socio-económico, que debe gestionarse con un enfoque integrado de todo el ciclo hidrológico y con criterios de eficiencia y equidad para asegurar sus funciones como recurso renovable.

Aunque se han conseguido algunos progresos en los Objetivos del Milenio en lo que concierne al acceso al agua, según datos de la ONU, todavía estamos lejos de garantizar el respeto a este derecho humano. Cerca de 748 millones de personas no tienen acceso a una fuente mejorada de agua potable. Más de 2.500 millones de personas carecen de servicios de saneamiento y no hay una meta mundial para mejorar la higiene, aspecto básico y muy eficaz para mejorar la salud pública. En la UE cerca de 8 millones de personas acceden a agua de mala calidad y en España más de 3 millones de familias tienen dificultades para pagar las facturas del agua.

La ONU propone incluir en la Agenda de desarrollo post-2015 un objetivo global relativo al agua: “Asegurar agua para todos de forma sostenible”. 

Se establecen cinco metas específicas que permiten evaluar y medir el progreso hacia un desarrollo sostenible mundial a largo plazo, a través del ámbito de la gestión del agua. Los gobiernos nacionales deben concretar las actuaciones para conseguir estos objetivos en sus respectivos territorios: 

  • Acceso universal al agua potable segura, saneamiento e higiene, mejorando la calidad del agua y de los servicios. 

El acceso al agua y saneamiento es un derecho esencial reconocido por Naciones Unidas desde 2010 (Res 64/292). Para hacer efectiva la implementación de este derecho, la Comisión Europea debe desarrollar iniciativas de legislación que tengan en cuenta las propuestas de la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) “El agua es un derecho humano”. 

La ICE, promovida por sindicatos, organizaciones y plataformas sociales y refrendada por cerca de 2 millones de personas en la UE, insta a la Comisión a tomar medidas para garantizar la cobertura de servicios de agua de buena calidad y saneamiento para todos los ciudadanos de la UE, establecer objetivos de acceso para los más desfavorecidos, y garantizar la prevalencia del derecho humano al agua por encima de los intereses del mercado.

UGT y CCOO demandan a los entes locales, como responsables y garantes de la implementación estos servicios esenciales para la comunidad, que adopten las medidas oportunas, a través de la normativa municipal, para evitar la suspensión de suministro de agua por impago debido a incapacidad económica.

  • ​Uso y desarrollo sostenible de los recursos hídricos, aumentando y compartiendo los beneficios disponibles.

Las administraciones públicas, desde sus respectivos niveles de competencia, deben adoptar las decisiones oportunas para asegurar la gestión sostenible del ciclo integral del agua, teniendo en cuenta tres elementos clave: mantener dentro de límites sostenibles la relación de extracción y disponibilidad real de recursos hídricos; la conservación de los ecosistemas que soportan los servicios ambientales relacionados con el agua; mejorar la eficiencia en la utilización del agua en los diferentes usos (agrícola, industrial, energético y doméstico), y reducir las pérdidas a través de las redes de suministro y saneamiento.

La gestión sostenible del agua conforme a las exigencias de la Directiva Marco del Agua, descansa entre otros factores, en el establecimiento de caudales ecológicos que aseguren la conservación de los ecosistemas fluviales, el establecimiento de mecanismos de recuperación de costes que estimulen el ahorro y la eficiencia en el uso de los recursos, y la integración de la planificación hidrológica en las distintas políticas sectoriales con el fin de afianzar la coherencia y el respaldo al cumplimiento de los objetivos de planificación.

CCOO y UGT reclaman, desde la planificación hidrológica de las distintas demarcaciones hidrográficas, el establecimiento de caudales ecológicos de forma consensuada entre todos los sectores afectados, a fin de asegurar la cobertura de las necesidades hídricas de los ecosistemas fluviales y espacios protegidos, la calidad del agua para uso humano, y el desarrollo socioeconómico. Asimismo, la repercusión de costes los usuarios por la prestación de servicios debe combinar criterios de capacidad económica, equidad social, eficiencia y transparencia. 

  • Gobernanza del agua sólida y eficaz, con instituciones y sistemas administrativos más eficaces.

El derecho al agua y saneamiento es un servicio esencial para la comunidad, cuya seguridad de suministro y calidad deben ser garantizados por las administraciones públicas.

Mejorar la coordinación entre las distintas administraciones competentes en la gestión del agua y fortalecer la participación pública, real y efectiva, tanto en los procesos de planificación hidrológica como en la gestión del ciclo urbano del agua, son los elementos fundamentales para reforzar la transparencia y el control social de la gestión del agua.

UGT y CCOO demandamos a las administraciones que, conforme establece la Directiva Marco, adopten las medidas e instrumentos adecuados para asegurar el acceso público a la información, la consulta pública e integración de aportaciones de todas las partes interesadas, y que promuevan la participación activa de la sociedad en mesas y grupos de debate relacionados con la gestión del agua.

  • ​Mejora de la calidad del agua potable y de la gestión de las aguas residuales.

Los programas de medidas de los planes hidrológicos de cuenca deben incluir actuaciones encaminadas a la prevención de la contaminación de aguas superficiales y subterráneas, y asegurar el adecuado nivel de calidad adecuada para los distintos usos, especialmente para el agua destinada a consumo humano. Los estándares de calidad cumplirán con los parámetros de calidad que establece la Directiva marco del agua y las listas de sustancias prioritarias, peligrosas y persistentes, conforme al avance del conocimiento científico. 

La depuración de aguas residuales es esencial para mantener el buen estado ecológico de los recursos hídricos y para aumentar el grado de reutilización. CCOO y UGT consideran de especial urgencia la acción coordinada entre Gobierno y Comunidades Autónomas para realizar las inversiones necesarias en infraestructuras de depuración, con que vistas a cumplir los objetivos de la normativa europea en esta materia para 2015, y evitando así nuevas denuncias de la Comisión Europea por incumplimiento con la legislación de tratamiento de aguas.

  • ​Reducción del riesgo de desastres relacionados con el agua.

Las inundaciones son algunos de los episodios con gran repercusión socioeconómica tanto a escala mundial como en España. El reciente desbordamiento del Ebro ha evidenciado una vez más la urgente necesidad de reorientar la política hidráulica tradicional, basada principalmente en las grandes obras de regulación y dragados, que arrasan con la vegetación de ribera y rompen el equilibrio sedimentario de los cauces fluviales.

La alteración de la dinámica natural de los ríos y la ocupación de sus cauces provoca a larga un mayor impacto de daños humanos, materiales y ambientales cuando sube el nivel del cauce y las aguas reclaman su espacio.

UGT y CCOO demandan a los responsables de las demarcaciones hidrográficas que los planes de gestión de riesgos de inundaciones, en proceso de elaboración en el marco de la planificación hidrológica 2015-2021, incorporen los criterios de la correspondiente Directiva de la UE, basándose en una ordenación y gestión del territorio coherente y sostenible, evitando la ocupación de zonas inundables por edificios e infraestructuras, y recuperando la vegetación de ribera y otros ecosistemas fluviales que permiten paliar efectos negativos de inundaciones y sequías, además de ser soporte de la biodiversidad.

Los sindicatos apoyamos y promovemos la iniciativa de la ONU para establecer el acceso universal al agua de manera sostenible como uno de los objetivos fundamentales de desarrollo sostenible para 2030. El acceso al agua y al saneamiento es esencial para lograr todos los demás objetivos de desarrollo sostenible, tales como la erradicación de la pobreza y aumento de la prosperidad, la salud, la equidad social, la sostenibilidad ambiental y una mayor resistencia ante la vulnerabilidad a los riesgos naturales relacionados con el agua.