Los empleados y las empleadas públicas -funcionarios/as, como se nos llama peyorativamente en ciertas ocasiones- solemos ser blanco de burlas, chascarrillos y menosprecio.

Somos sin embargo los garantes de la seguridad de la ciudadanía, velamos por la salud, por el bienestar del mayor, por la educación de nuestros hijos, por la preservación de nuestra naturaleza. Estamos aquí para salvar vidas y apagar incendios. Somos quienes te atienden cuando tienes dudas en la Administración. Somos, en definitiva, los que cada mañana hace que la ciudad se ponga en marcha y todo funcione.

En los últimos años hemos padecido muchos recortes, hemos visto menguar derechos adquiridos a golpe de decretazo, han menguado las plantillas y han disminuido los recursos para el desempeño de nuestro trabajo.

¡NADIE DEBERIA PERDER LA VIDA POR DESEMPEÑAR SU OFICIO! Absolutamente nadie. En los últimos años hemos tenido demasiadas muertes en los diferentes colectivos (policías, bomberos, forestales…) y esto no es una casualidad; lo cierto es que las plantillas no se han renovado y además han sido recortadas, hay un alto índice de trabajadores de edad avanzada, por falta de ofertas públicas, los equipos de trabajo en algunos casos se han quedado obsoletos, la falta de formación continua en el desempeño del trabajo. Los empleados y empleadas públicas tenemos que trabajar más horas de las que toca, para suplir las carencias de personal… y estas son solo algunas de las causas que derivan en accidentes y agresiones ,  algunas con resultado de muerte.

El último caso: dos agentes rurales de Catalunya fueron asesinados a manos de un cazador desaprensivo que no tuvo ningún reparo en vaciar su escopeta a quemarropa en la cabeza de ambos agentes. Ahora la Conselleria de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya se lamenta de lo ocurrido y promete chalecos, armas en grupos especializados, y formación en autoprotección. Llegan tarde, estas promesas, que a veces no se cumplen, llegan tarde. ¿Hay que llegar al punto se sufrir pérdidas humanas para que las Administraciones reaccionen? UGT ha dado parte de miles de carencias y miles de agresiones y se nos ha ignorado. Ahora se lamentan.

Nos gustaría de una vez por todas las administraciones no traten de poner una tirita cuando ya hay una hemorragia. Nos gustaría que los gobernantes de este país cuidaran más a sus trabajadores y trabajadoras, porque al fin y al cabo, trabajamos para ellos y para todos ustedes.

 Joana Mor Biosca, secretaria de Local y Autonómica de FeSP-UGT