UGT denuncia que muchos casos no son catalogados como accidentes de trabajo


► La mala calidad del empleo y la falta de prevención en las empresas están aumentando la siniestralidad laboral

► Es fundamental poner en marcha más planes de prevención en las empresas y garantizar su cumplimiento.

► El coste de la no prevención es incalculable: la siniestralidad laboral no son cifras, son personas.

En el marco del Día Europeo de la Concienciación ante el Paro Cardíaco, iniciativa que coordina el Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar con el objetivo de aumentar la concienciación general de la ciudadanía y transmitir la importancia de saber cómo actuar ante un infarto, la Unión General de Trabajadores quiere recordar que infartos y derrames cerebrales se han convertido en la primera causa de muerte por accidente de trabajo.

La siniestralidad laboral sigue creciendo, incluidos los accidentes graves y mortales. De media, 2 trabajadores mueren cada día por el simple hecho de ir a trabajar e intentar ganarse la vida. Una estadística que lejos de corregirse va en aumento.

El avance de accidentes de trabajo hasta agosto del 2018, publicado por el Ministerio del Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, constata esta realidad. Solo en este periodo han fallecido 419 trabajadores y trabajadoras, 14 más que hasta agosto de 2017, lo que supone un incremento del 3,5%. Del total de fallecimientos, 327 ocurrieron durante la jornada de trabajo y 92 fueron in itinere.

Las causas más frecuentes de muerte por accidente laboral durante la jornada de trabajo siguen siendo los infartos y derrames cerebrales, con 144 fallecimientos, y los accidentes de tráfico con 74. En el caso de las muertes in itinere, las causas más frecuentes fueron los accidentes de tráfico con 86 fallecidos y los infartos y derrames cerebrales con 5. Está claro dónde es prioritario actuar para frenar esta lacra, los riesgos psicosociales (estrés, síndrome del trabajador quemado, etc.) y los accidentes de tráfico, cada vez más frecuentes por el aumento de los desplazamientos de entrega de paquetes, comida, etc.

Cada vez son más comunes entre la población trabajadora los cuadros de ansiedad, depresión, trastornos del sueño y las patologías cardiovasculares, etc. que pueden derivar en incapacidades tanto temporales como permanentes. Esto supone un coste económico para la sociedad, las empresas y los trabajadores además de salidas prematuras del mercado laboral. UGT denuncia que, en muchas ocasiones los infartos y derrames cerebrales no se catalogan como accidentes laborales y es necesario acudir a la vía judicial para que sean reconocidos como tales.
Por otra parte, la gran mayoría de accidentes mortales, durante la jornada laboral, afectaron a los hombres, con 310 fallecidos hasta agosto de 2018, frente a 17 mujeres, si bien es cierto, que, respecto al mismo periodo del año anterior, se han producido 3 fallecimientos más de mujeres.

La prevención debe ser la máxima prioridad

La mala calidad del empleo y la falta de prevención en las empresas están aumentando la siniestralidad laboral, por eso el sindicato considera que hay que extremar la vigilancia en el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y de toda su normativa de desarrollo, porque es evidente que algo está fallando y, en este sentido, pide el compromiso de todos para luchar decididamente contra la precariedad y temporalidad de nuestro mercado laboral, ya que éstos son factores que potencian los riesgos de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.

Este repunte de la siniestralidad laboral es ya incuestionable recogiéndose, incluso, en la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2018 donde se dice textualmente que “se puede afirmar que, tras unos años de control y descenso de la siniestralidad laboral, es un hecho que volvemos a estar en una paulatina y gradual línea de ascenso”. Además, no podemos dejar de denunciar que pasan 7 años y 3 meses desde que ocurre un accidente laboral hasta que agota la vía judicial.

Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral

Ante esta situación tan crítica, debemos seguir buscando mecanismos y herramientas que mejoren las condiciones de trabajo y por tanto la salud y seguridad de la población trabajadora. La mayoría de los accidentes se pueden evitar con sencillas medidas preventivas. Las empresas deben cumplir con la legislación vigente realizando la evaluación de riesgos psicosociales y aplicando las medidas preventivas, no es suficiente con la implantación de programas de promoción de la salud en el ámbito laboral ya que no actúan sobre el origen del problema: los riesgos psicosociales.

Por ello, debemos exigir que se adopten por parte de las diferentes administraciones y las empresas, las medidas necesarias para hacer frente a esta lacra, demandar políticas preventivas y de control eficaces, que pongan fin a este goteo incesante de accidentes laborales, (cada día fallecen 2 trabajadores en nuestro país) y visibilizar en nuestra sociedad el coste personal, familiar, social y económico que supone la no prevención así como fomentar la cultura preventiva entre las empresas españolas.

Desde UGT proponemos, que a través del Diálogo Social se concrete un Plan de choque contra la siniestralidad laboral y se refuercen los Planes de Acción enmarcados dentro de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo.