Durante esta primera quincena de octubre hemos estado muy pendientes de la zona noroeste de España, puesto que las altas temperaturas y entrada de vientos han hecho que los Servicios de Extinción de Incendios Forestales hayan estado empleados a fondo. En la memoria permanece aún el trágico puente de octubre del pasado año.

Precisamente este año la meteorología ha sido indulgente hasta el final del riesgo alto por incendios forestales que tanto el estado como varias autonomías aun mantenían. El ministerio daba por finalizada la campaña y cerraba sus bases de refuerzo, quedando tres de sus BRIF en activo unos días más. Este no es un hecho aislado de la Dirección General, puesto que desde finales de septiembre venimos asistiendo al cierre de bases y a los ya continuos despidos en todas las autonomías, que haciendo alarde de los datos estadísticos, -en el mejor año en lo que va de decenio-, justifican así su actuación de recortes y/o el mantenimiento de presupuestos destinados a tales fines, demostrando poca importancia hacia el sector de los IIFF.

Desde FeSP-UGT seguimos insistiendo que la mayoría de los territorios obvian que el verdadero trabajo contra los incendios forestales empieza ahora, en la campaña invernal, con la realización de planes de defensa y los trabajos preventivos que den a nuestros montes y bosques la capacidad de resistencia frente a los incendios forestales. Seguimos reclamando que las condiciones del personal que forman los servicios de prevención, detección y extinción de incendios forestales y apoyo a contingencias en el medio natural y rural, poco han variado: convenios colectivos con diez años de vigencia, salarios congelados, centros de trabajo que no reúnen las condiciones mínimas, recursos materiales precarios, falta de formación y sobre todo el envejecimiento de las plantillas.

Este sindicato también quiere reclamar a las administraciones autonómicas y estatal, que de una vez por todas cualifiquen al personal Bombero forestal, puesto que hechos como las riadas ocurridas en la zona litoral mediterránea y Mallorca, así como las entradas de las “tormentas tropicales Leslie y Michael”, han necesitado de todos los recursos materiales y humanos que dedicadas a la emergencia, y en muchos de los territorios, las y los bomberos forestales no ha sido movilizado por falta de cualificación y/o falta de establecimiento de las competencias oportunas tal como refleja la legislación reguladora en materia de emergencia y protección civil.