FSP-UGT quiere hacer llegar a la opinión pública española la situación actual de grave riesgo por la que pasa el colectivo de bomberos del Estado como consecuencia de las políticas de degradación, desgaste y recortes a los que se ven sometidos los diferentes servicios de bomberos a lo largo y ancho del territorio.

Los cuerpos de bomberos como servicios públicos que son, están sometidos como el resto de los servicios públicos a una degradación y desprestigio constante que justifique su recambio por otras fórmulas, con una diferencia muy clara, que se trata de un servicio público esencial del que depende la seguridad de las personas ante situaciones de grave riesgo, catástrofe o calamidad pública., que conlleva alto  un grado de conflictividad laboral.

“En los último años ha habido un 20% de pérdida de empleo en el sector. Los bomberos han pasado de ser 21.000 a 17.000; no se reponen”, ha afirmado Joaquín Sáenz Murcia, responsable del Sindicato de Bomberos de UGT. Las administraciones no están cumpliendo con la tasa de reposición, lo que conlleva una baja sustancial en el global del número de bomberos, debido a la aprobación de la rebaja en la edad de jubilación de los bomberos que ha mermado considerablemente las plantillas sin que se repongan.

Cada vez son más, las administraciones que idean nuevas fórmulas para hacer desaparecer el Servicio de Bomberos  públicos y profesionales, dejándolos en manos privadas o generando servicios paralelos y transgénicos como son los cuerpos de voluntarios,  primando y obligando la prioridad de estos servicios en contra de criterios de eficacia y seguridad.

“En muchos casos -ha señalado Sáenz- el voluntariado funciona de forma ilegal: no se les paga y no siempre actúan a las órdenes de los profesionales”

Cada vez más, los Cuerpos de Bomberos están sometidos a decisiones politicotécnicasen detrimento de las decisiones estrictamente técnicas y profesionales. Como ejemplo tenemos el cierre por decisión política de un parque por la noche con resultado de tres muertes, o la decisión de enviar a un siniestro a un parque de voluntarios más alejado de un parque de bomberos profesionales, con resultado de tiempos de respuesta mucho mayores. “Hay decisiones temerarias que cuestan vidas”.

Sáenz ha señalado que en España no se cumple la ratio que dicta la UE, que dice que debe haber un bombero por cada mil habitantes; en España no se llega ni a 0,25 bomberos por cada mil habitantes”

La mayoría de servicios en su día a día no disponen siquiera de la dotación mínima que en base a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales debería existir,  con el resultado de asistir a un incendio dos o tres bomberos, con lo que no habría un equipo SOS absolutamente vital y necesario.

La propuesta de UGT para garantizar un servicio público tan importante como el de bomberos, es pasar de los 166 cuerpos actuales a 17, uno por comunidad autónoma. El resultado sería cuerpos de bomberos más potentes, más baratos y con mejores procedimientos operativos”.