El Ébola pone de manifiesto los fallos en la Prevención de Riesgos.
La crisis del Ébola ha dejado ver las lagunas que existen hoy día en los sistemas de prevención y como esto facilita la transmisión de infecciones en la rutina diaria de los profesionales sanitarios. Nos encontramos ante una amenaza biológica y los profesionales necesitan una formación específica, que en muchos casos no se ha realizado.
Desde UGT entendemos que lo que le ocurrió a la compañera Teresa Romero fue un accidente laboral “que puede ocurrirle a cualquiera” y en cualquier ámbito profesional, cuando no se facilitan los equipos de protección adecuados. Sabemos que los residuos orgánicos son materiales muy tóxicos, y por ello debemos exigir la máxima protección para los profesionales que estén en contacto con ellos.
Los profesionales de la sanidad, tanto en la red pública como privada, sufren cada año lo que se conoce en prevención de riesgos como un accidente biológico.
El tipo de accidente más frecuente es el relacionado con los cortes y pinchazos, que suponen prácticamente un 80% de los accidentes biológicos, mientras que el resto se registran por contacto directo con fluidos, como sangre, o saliva. Tanto para UGT como para los servicios de prevención consideramos que existe un margen de mejora en estos resultados y demandamos una mayor formación y acciones preventivas para prevenir posibles contagios de los profesionales en riesgo.
Una punción con una aguja puede considerarse un “accidente tonto e insignificante”, pero sin embargo no lo es. La sangre del paciente al que se esté atendiendo puede estar infectada, y una acción laboral rutinaria, se convierte en una amenaza para la salud del trabajador.
Las diferentes crisis provocadas por epidemias contribuyó al manejo de material biológico con la normalización de buenas prácticas profesionales, como el lavado de manos o el no reencapuchado de las agujas utilizadas, lo que nos ha permitido mejorar los resultados con una bajada significativa de los accidentes laborales en estos temas. En ello ha contribuido de manera eficaz la obligatoriedad del uso de material con dispositivos de seguridad, aprobada por la Directiva Europea 2010/32/UE de 10 de mayo de 2010, y su posterior trasposición a la normativa española por medio la Orden ESS/1451/2013, de 29 de julio.
A pesar de que todo incidente biológico se registra, no existe ningún archivo estatal específico donde conste la cifra de profesionales sanitarios afectados por accidentes biológicos en el ejercicio de su actividad laboral.
La salud laboral sigue siendo una asignatura pendiente en los sistemas de salud y se ha de exigir una mayor formación ante nuevas amenazas. El personal sanitario “nos cura y nos cuida, pero al cuidador no le cuida nadie”. No dejes que jueguen con tu salud.