UGT y CCOO EXIGEN DE NUEVO
 VACUNACIÓN AL PERSONAL DE CORREOS
 POR SER ESENCIAL Y DE PRIMERA LÍNEA DE RIESGO

¡NO HACERLO ES INACEPTABLE Y VERGONZOSO!

 

Hace casi un mes se conocía la estrategia de vacunación del Gobierno en la que se establece el orden en el que los grupos de población podrán acceder a la vacunación contra la COVID-19. En dicha estrategia se han ido incluyendo los Colectivos en activo con una función esencial para la sociedad, que también están siendo vacunados: Todas las personas con trabajos relacionados con el ámbito sanitario y hospitalario, tengan o no contacto con el público, Residencias y Centros Penitenciarios, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, incluidas las policías autonómicas y locales; el personal de emergencias, bomberos o protección civil, las Fuerzas Armadas, y los docentes de infantil, primaria, secundaria y los de educación especial, incluyendo a otros profesionales que atienden al alumnado.

Como denunciamos UGT y CCOO en ese momento, EL PERSONAL DE CORREOS NO ESTABA INCLUIDO EN ESA PREVISIÓN, a pesar de ser mayoritariamente un colectivo laboral que presta un servicio público en contacto directo con la ciudadanía, tanto o más que los colectivos mencionados. En un tema tan delicado hay que evitar caer en demagogias, porque son muchos los colectivos laborales que piden al Gobierno -a través de sus patronales- ser los próximos en poder acceder a la vacuna en función de su actividad: trabajadores/as de supermercados, taxistas, camareros/as, etc. La única razón posible para que desde el principio no se incluyese al personal de Correos, es que no somos un colectivo esencial, o lo que es lo mismo, cabe preguntarse por qué para el Gobierno el servicio postal parece que ya no es esencial para la sociedad.

Los trabajadores/as de Correos recogen hoy los frutos envenenados de las acciones de su presidente. Porque cuando lo que se vende durante casi tres años es la transformación de Correos en una eficiente y moderna empresa paquetera “sin nombre”, abandonando la carta, el servicio rural y primando el valor del negocio frente al del servicio público a la ciudadanía, no es de extrañar que el Gobierno y la sociedad, engañados por un presidente que utiliza Correos para su proyección personal, nos vea solamente como una empresa paquetera más. La estrategia de desguace y reconversión del modelo de servicio público postal, en el que la filial Correos Express coloniza la empresa matriz derivando actividad, carga de trabajo y empleo para que lo desempeñen trabajadores/as AUTÓNOMOS, es una responsabilidad directa de Serrano, y como vemos tiene consecuencias que van más allá del plano laboral.

UGT y CCOO exigen que, más allá de supuestas cartas al Ministerio, Serrano realice personalmente un posicionamiento público expreso (utilizando ese carísimo altavoz mediático que le sirve para autobombo) en el que pida la inclusión del colectivo de Correos en la estrategia de vacunación de Colectivos Esenciales. Lo son por razones sociales (vertebran territorio y sociedad) y también sanitarias (¿hay más primera línea que decenas de miles de personas contactando con millones de ciudadanos/as a diario?). Sería un primer paso por su parte para poner en valor el servicio público postal, y el trabajo de las más de 55.000 personas que lo realizan.

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