La UGT no descansará hasta conseguir un acuerdo que, en estos momentos, entendemos como imprescindible para consolidar a la Agencia, pero con líneas insalvables que, fundamentalmente, pasan por respetar los derechos adquiridos.

Nos convoca de nuevo la Administración para comentar las escasas modificaciones introducidas en los planteamientos inicialmente propuestos en el Acuerdo de reparto de la productividad ligada al cumplimiento del Plan de Extraordinario de Intensificación de Actuaciones, encontrándose, según nos manifiestan, al límite de su reducido margen de maniobra en el desarrollo de esta negociación.

A primera hora de la mañana nos reunimos UGT, COOO y SIAT de manera informal con la Dirección de Recursos Humanos para exponerle nuestra postura. UGT traslada su intención firme de no aceptar un Acuerdo que, de hecho, supone la consolidación de un modelo retributivo en el que los empleados de la Agencia Tributaria se convierten en “hombres de negro”, que recaudan a comisión, mientras se les niegan los avances que se les deben en la consolidación de la carrera administrativa a través de la reactivación del Acuerdo de carrera.

Resulta sorprendente que CCOO no ponga reparos en asistir a reuniones informales con la Dirección y, sin embargo, llegada la hora de la verdad, se abstenga de personarse, unilateralmente, en la Mesa de Negociación, abandonando la defensa oficial de los trabajadores y despreciando al resto de integrantes de la Mesa, intentando capitalizar, en exclusiva, la decisión adoptada por la mayoría de la representación sindical de no firmar acuerdo alguno sin que existan garantías previas de desarrollo del Acuerdo de carrera profesional, congelado sine die (como si ellos solos hubiesen realizado presión alguna a la Dirección de la Agencia desde su creación).

Es cierto lo que revela CCOO de que, en esa reunión mantenida entre el Director de RRHH y la mayoría social (SIAT, CCOO y UGT), el propio Director de RRHH manifiesta abiertamente que ya tiene comprometida la firma de otra organización sindical, entendemos, distinta de las allí presentes.

Por su parte, la Administración, en una muestra de desesperación por alcanzar un acuerdo que le garantice la paz social en un organismo tan relevante como la Agencia Tributaria, amenaza con retirar las mejoras propuestas en las sucesivas versiones improvisadas del Acuerdo (hasta 3 en esta semana) con la intención de llegar a un acuerdo con las Organizaciones Sindicales mayoritarias.

UGT, desde el inicio de las negociaciones de este Plan Especial, que deja de ser especial para convertirse en ordinario, defiende que es una aberración estampar la rúbrica en un Acuerdo que no hace sino confirmar el cambio de modelo retributivo que, desde hace años, se viene sibilinamente perpetrando por parte de la Dirección.

Aprobar el PEIA en el año 2015, con el anuncio a bombo y platillo de la Dirección del fuerte incremento que experimentará en este año la bolsa de productividad (retribución variable), dejando de lado, un año más, la reactivación del Acuerdo de Carrera profesional (retribuciones fijas y consolidadas), supone desequilibrar la estructura salarial de los trabajadores de la Agencia Tributaria, cuya porción variable crece desmesuradamente año tras año, mientras la parte fija, se mantiene, en el mejor de los casos, congelada y, en demasiadas ocasiones vividas en los últimos tiempos, decrece (bajada de salario consolidada desde 2010, robo de la paga extra de 2012, eliminación de moscosos, canosos, detracción de salario por incapacidad temporal… y un largo etcétera)

En esta negociación no existe un problema de presupuestosino de concepto. Con el dinero que desvían hacia partidas de reparto incontrolable hay suficiente presupuesto para reactivar el Acuerdo de Carrera para funcionarios, implantando su equivalente en laborales, y diseñar un sistema de retribución variable justo, que premie la especial dedicación en tareas de lucha contra el fraude a los trabajadores que, voluntaria y extraordinariamente, quieran participar en dichas actividades.

Debe quedar claro que la estimación que se maneja sobre el coste que supondría la reclasificación de todo el personal, al que se niega el avance en su carrera administrativa a día de hoy, es de unos 20 millones de euros.

El PEIA de 2014 se cerró con una bolsa de productividad de unos 24 millones de euros, que se anuncia muy superior para el presente ejercicio.

No vamos a permitir las maniobras de la AEAT, que nos presenta la eliminación de las retribuciones del colectivo laboral en el PEIA si no firmamos el presente Acuerdo y la reducción de la parte fija para los funcionarios que se decidan a participar en el plan ante este desolador panorama.

¿Chantaje? ¿Dónde está CCOO para defender los intereses de los trabajadores desde la unidad de acción?

Quieren acaban con el modelo retributivo basado en el Acuerdo de Carrera Profesional de 14 de noviembre de 2007 y en el Convenio Colectivo de Laborales, que supone una garantía para los trabajadores, al vincular los incrementos retributivos a los servicios prestados, y no a la discrecionalidad del que manda. Ese modelo, mantiene un equilibrio entre cuerpos, y dentro de ellos, entre niveles. Cada salto de tramo supone un derecho adquirido, y esto molesta a las élites y determinados sindicatos corporativos de la AEAT, como GESTHA, que no firmó el acuerdo y ha hecho todo lo posible por tumbarlo y difamarlo.

Los que mandan en la AEAT, quieren convertir las retribuciones fijas en algo residual, vinculando cualquier mejora salarial a repartos discrecionales de conceptos retributivos variables, sin aportar ningún compromiso, ni garantía de continuidad a futuro, por parte de la Dirección.

¡¡¡ Quieren controlarlo todo y que nada se escape a su voluntad !!!

Paralelamente, con el PIA (que no PEIA, porque la E, de especial, carece de sentido) se está consolidando un incremento horario, dejando en papel mojado el Acuerdo Horario de 2003. Dado que esta Productividad ha dejado de ser “Extraordinaria”, lo que subyace en este acuerdo es un incremento horario a cambio de unas retribuciones variables, cada vez mayores, del concepto de Productividad por Objetivos, ya existente antes del PEIA, al mismo tiempo que niegan la reactivación del acuerdo de carrera, cuyo coste es muy inferior al del PIA.

En UGT tenemos claro que las retribuciones son un derecho y no pueden estar supeditadas al libre albedrío del jefe de turno. Creemos en la justicia social, en los salarios dignos y equilibrados, en función de la responsabilidad y trabajo de cada uno, por eso no podemos asumir un modelo que genera más injusticias, incrementa las desigualdades y perjudica a los derechos adquiridos por la mayoría de trabajadores en el Acuerdo de Carrera Profesional de 2007, al tiempo que impide la ampliación del mismo a los colectivos que habían quedado excluidos, como el personal laboral.

De no firmarse el presente Acuerdo, la AEAT volverá a instaurar un modelo de negociación colectiva llamado “capilla” en el que los administradores y delegados repartan discrecionalmente las horas extraordinarias y demás retribuciones variables a sus trabajadores directos.

UGT firmó el PEIA en 2014 por responsabilidad, consciente de la necesidad de mejorar la recaudación y combatir el fraude fiscal, como objetivo prioritario, no sólo de los trabajadores de la Agencia, sino de toda la sociedad en general y como mejor garantía del sostenimiento de los servicios públicos, más necesarios que nunca en el difícil momento social que vivimos. Otros, parece ser que se sentaron a negociar con otras oscuras intenciones, aprovechándose de la buena fe de la mayoría de trabajadores de la AEAT, que cumplieron con su trabajo de manera ejemplar, como bien se ha encargado de recordar en los medios de comunicación el Ministro de Hacienda.

En 2015 no podemos ser cómplices de quienes usan la crisis como coartada para imponer un modelo retributivo injusto, desigual y discrecional.