El personal de Alta Dirección, vinculado a la Administración General del Estado, verá reflejada en su nómina una subida del 3’4% en 2016, frente al 1% de incremento que experimentarán el conjunto de los empleados y empleadas públicas del país.

Así lo refleja el Gobierno en el apartado de “políticas de gasto” de los Presupuestos Generales del Estado para 2016 presentados la semana pasada. Este dato no fue anunciado por el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas Cristóbal Montoro el pasado 30 de julio, cuando enunció ante los sindicatos representativos de Función Pública los exiguos incrementos que les tenía destinados para el próximo año.

La subida salarial del 1%, por debajo incluso del 1’5% que marcó para el resto de los trabajadores el III Acuerdo Estatal de Negociación Colectiva (AENC), será prácticamente imperceptible para el bolsillo de los 2,3 millones de empleados y empleadas públicas, que han visto cómo su poder adquisitivo disminuía un 9’2% durante la presente legislatura.

En cambio, el personal de Alta dirección (presidentes de agencias estatales, secretarios generales técnicos, directivos del sector público empresarial…), con salarios que sobrepasan los 100.000 euros anuales, disfrutarán de una subida más de tres veces mayor. El Gobierno agrava con esta medida la brecha salarial existente entre el personal al servicio de las Administraciones Públicas y potencia el clientelismo en el seno de los organismos del Estado.

La Federación de Servicios Públicos de UGT denuncia que el Gobierno, sin ningún tipo de negociación o consulta previas, continúa aprobando medidas discriminatorias y haciendo caja con los empleados públicos, premiando a unos pocos a costa del sacrificio que una gran mayoría lleva realizando desde 2010.