Tres subdirectores médicos, dos subdirectores de enfermería y el jefe del servicio de Recursos Humanos de la gerencia de Atención Integrada han presentado su dimisión al gerente, Ángel Gómez Roig, que llegó hace apenas tres meses desde su anterior destino en el hospital de Ciudad Real.

Que la Sanidad en Castilla-La Mancha está hecha unos zorros y en el desgobierno más absoluto, es una evidencia; que al consejero se le ha ido de las manos su gestión, no hay quien lo dude; que las listas de espera se han desbordado -según fuentes oficiosas rondan ya los 20.000 sólo en Albacete- y no hay forma de disminuirlas ni aun mandando a los pacientes a hospitales de Madrid, es un hecho constatado.

La suma de todo ello empieza a cobrarse las primeras bajas entre los gestores sanitarios en el Hospital Universitario de Albacete. En concreto, tres subdirectores médicos, dos subdirectores de enfermería y el jefe del servicio de Recursos Humanos de la gerencia de Atención Integrada han presentado su dimisión al gerente, Ángel Gómez Roig, que llegó hace apenas tres meses desde su anterior destino en el hospital de Ciudad Real. Todo un motín que según ha sabido dclm.es podría ser de mayor envergadura en los próximos días.

RECORTES Y PROFESIONALES INFRAVALORADOS

El motivo de las dimisiones, los recortes tan duros que se están aplicando y la poca participación en la gestión que el gerente permite a sus cargos de confianza, en el caso de los subdirectores médicos y de enfermería, y la puesta en marcha de un plan de recursos humanos de la gerencia de Atención Integrada que supondrá la movilidad de quince profesionales.
Según información que ha recabado dclm.es, la relación que ha establecido el gerente del hospital de Albacete con su equipo no es la mejor a juzgar por lo infravalorados que se sienten y por la poca participación que tienen en el día a día de la gestión. Existe malestar por las decisiones que toma y las formas que utiliza, que han llevado a algún directivo a señalar que "no son de los tiempos que corren", amén de que esas decisiones no sólo no corrigen los múltiples problemas que vive el centro hospitalario ni tampoco mejoran la gestión sanitaria, si no que los aumentan. Pero mayor importancia tiene para los dimisionarios el plan de recortes que se está aplicando, que está generando que la gestión diaria se resienta y los problemas de funcionamiento no se puedan afrontar. En otras palabras, se ha llegado a un punto de no retorno que causa malestar a pacientes, profesionales y gestores.

Los cargos dimitidos son los subdirectores médicos: del área médica, quirúrgica y servicios centrales. Y en el área de enfermería, el subdirector de recursos materiales y la subdirectora de atención primaria.

PLAN DE AJUSTE INJUSTO E INNECESARIO

Concretamente, el jefe del servicio de Recursos Humanos, Julián Pérez Charco, no quiere asumir el coste personal que tendrá para él que auxiliares y médicos pierdan su puesto de trabajo, bien por despidos o por movilidad geográfica, habiendo propuesto otro plan alternativo que "suponía minimizar el daño para los profesionales afectados", y que ha sido desechado sin darle ninguna explicación. Esta forma de actuar de sus superiores la considera el jefe del servicio como una "falta de respeto a los profesionales".

Además, Pérez Charco duda que el inminente plan pueda ser legal desde una interpretación jurídica y lo considera en lo personal "tremendamente injusto e innecesario".

Por ello, porque no comulga con las directrices que están marcando, y al ser un cargo de libre designación, presenta su dimisión para mantener "cierta coherencia" en sus actuaciones después de treinta y tres años de vida profesional.

PROVINCIANISMO

Según ha sabido dclm.es, el malestar general por la forma en que se gestiona desde la consejería se está contagiando también a los cargos políticos, delegados de Sanidad y delegados de la Junta en las diferentes provincias. Estos no entienden que el consejero Echániz y su equipo no tengan en cuenta sus opiniones, despreciando la colaboración que podrían aportar a la gestión. Dichos cargos son considerados como pequeños "caciques políticos" sin formación sanitaria, por tanto poco pueden aportar, y muy "provincianos". En otras palabras, poco menos que unos paletos que cuanto más alejados estén de la toma de decisiones mejor irán las cosas, a juzgar por lo que trasciende de las reuniones que mantienen.

De esta falta de conexión entre el partido y los técnicos que gestionan el Sescam echan la culpa directamente al consejero y a su mano derecha, el gerente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, Luis Carretero, a la vez que ya se han convencido de que únicamente la presidenta puede mediar en esa tensa relación.