España es un país con clima mediterráneo en la gran mayoría de su superficie, y en el clima mediterráneo los incendios forestales son habituales por las condiciones meteorológicas y por el tipo de vegetación existente. Estas condiciones hacen que se produzcan incendios que afectan cada vez a mayores superficies.

Hay soluciones, y por suerte o por desgracia estas soluciones están en mano de la clase política. Muchas administraciones invierten en grandes herramientas para luchar cada verano con las llamas, sin embargo a menudo estos  sistemas son totalmente contraproducentes, ya que conducen a lo que se denomina “paradoja del fuego”, esto es, que a pesar de gastar ingentes cantidades de dinero en la extinción, cada vez arde mayor superficie cuando se dan las condiciones meteorológicas propicias. Como decimos, la devastación estival de nuestros montes sería evitable si dedicaran más recursos a la prevención. La premisa “los incendios se apagan en invierno” es cierta casi al 100%.

Otro concepto que se les escapa a la mayoría de ciudadanos y los políticos es el de “fuera de capacidad de extinción”, es decir, hagan lo que hagan las administraciones va a seguir ardiendo a menos que cambien las condiciones meteorológicas. Cuando la gente dice, “manden mas aviones, manden más personal, etc” desconocen que hay un momento, en que a pesar del esfuerzo, el incendio es incontrolable.

Desde el Sindicato de Agentes Forestales y Medioambientales de FSP-UGT, decimos que Sí hay solución, y esta reside en las políticas medioambientales. Volvamos sobre el concepto prevención, un monte limpio, sin combustible (vegetación) en exceso, una red de puntos de agua, cortafuegos,… para acelerar el proceso de ataque al fuego y la capacidad de retenerlo y sobre todo una buena Investigación de la causalidad de los incendios, la cual solo puede ser garantizada por el Cuerpo de Agentes Forestales, a pesar de que el Gobierno de la nación quiera que dejen de investigar delitos ambientales con su reforma de la Ley de Montes. También es necesario un dispositivo de extinción profesional y suficiente y administraciones responsables que no se dediquen a mermar las plantillas, como es tristemente célebre el caso la señora Cospedal, que echó a la calle a 1500 personas en Castilla la Mancha.

Lo cierto es que no podemos acabar con los incendios forestales ya que constituyen un proceso natural en nuestro clima. Pero si las políticas cambian y se nos escucha más a los/as expertos/as, con toda seguridad no arderán tantísimas hectáreas y el fuego no será el triste titular de todos los veranos.