La Federacíon de Empleadas y Empleados Públicos (FeSP) de UGT denuncia una falta de control de la Administración sobre el uso de fondos por parte de las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social. El sindicato señala que la relajación de la Administración en el ejercicio de sus funciones y la gestión interesada de fondos públicos de las mutuas ocasionan perdidas millonarias a las arcas del Estado.

Las mutuas externalizan actividades que tradicionalmente habían sido desempeñadas eficazmente por su propio personal. Esta práctica, cada vez más habitual, y la de contratar diferentes servicios para los que ya cuentan con personal perfectamente formado, podrían estar ocasionando al sistema pérdidas de millones de euros.

Todas estas actuaciones, que se desarrollan a través de licitación pública y podrían constituir un auténtico despilfarro de fondos públicos, no pasan inadvertidas para la Administración, conocedora de este tipo de concursos y de las necesidades de las mutuas.

Los órganos de gobierno de las mutuas que les permiten, bajo las directrices de la CEOE, comportarse como policías del mal llamado absentismo ejecutan alegremente estas licitaciones sin que el gasto que suponen genere ningún valor añadido, ni para las trabajadoras y trabajadores atendidos por las mutuas ni para su personal.

Algunos de los servicios objeto de concurso son agencias de viajes, servicios informáticos; de asesoría y jurídicos y agencias de detectives.

La aparente dejación de funciones por parte de la Administración y el uso interesado de las mutuas por parte de la patronal están generando, además de la presunta pérdida de fondos a las arcas públicas, múltiples y variados perjuicios, tanto a las personas atendidas por estas entidades como a las plantillas que desempeñan su trabajo en estos centros.

El Sindicato de Mutuas de FeSP-UGT defiende con contundencia el quehacer diario de las empleadas y empleados del sector, que desarrollan su tarea bajo la presión de aquellos que no ven en estas organizaciones más que herramientas para devolver lo más rápidamente posible a sus puestos de trabajo a las trabajadoras y trabajadores accidentados, en vez de ser consideradas elementos fundamentales para la restitución de la salud de las personas.

Al tiempo, UGT reclama una verdadera transformación del sector, que resuelva los problemas derivados de la asistencia que ofrecen las mutuas a sus usuarios; una reforma que cree un marco de seguridad jurídica en el que sus empleadas y empleados puedan desarrollar su trabajo con total independencia y recuperar la capacidad de negociacióin colectiva real sirva para restituir los derechos que les están siendo arrebatados a los trabjadores. Sin esta transformación los gobernantes de las mutuas seguirán solicitando más financiación, ahora para gestionar la contingencia común, al tiempo que los organismos de control detectan irregularidades en la forma de administrar el dinero público.

La FeSP-UGT entiende que las mutuas, como consecuencia de la naturaleza pública de sus funciones (art. 80 Ley General de Seguridad Social), se integran en el concepto de “Estado de Bienestar” y por tanto, su fin principal no debe estar orientado a ningún otro fin que no sea proporcionar un servicio de salud de calidad y una correcta administración de las prestaciones públicas que gestionan. UGT afirma que la instrumentalización que en la actualidad sufren las Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social perjudica a toda la sociedad.