En el marco la Huelga General convocada para los días 1, 2 y 3 de junio, las Ejecutivas nacionales de CCOO y UGT se encierran en la Dirección de Correos como respuesta a la farsa de negociación del Convenio que el presidente, Juan Manuel Serrano, pretendía abrir hoy para iniciar el desmantelamiento laboral y de derechos incluido en su Plan Estratégico de Desguace.
CCOO y UGT, sindicatos mayoritarios en Correos con más de un 70% de representación, se han negado a participar en la farsa de negociación de un nuevo Convenio Colectivo para los más de 47.000 trabajadores de la empresa pública postal.El presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, ha mantenido bloqueado desde su llegada hace tres años el Convenio vigente y pretende abrirlo ahora para realizar el ajuste de empleo y derechos que acompaña su fracasado y ruinoso Plan Estratégico de Desguace.Dicho plan, que no ha sido avalado por SEPI ni el Gobierno, y solo tiene el aval de apenas del 24% de sindicatos minoritarios, está conllevando desde hace dos años el desmantelamiento del tradicional modelo de servicio postal público, transformándolo en un operador paquetero logístico, ha supuesto ya la pérdida de más de 7000 empleos, la implantación de miles de puestos “basura” a tiempo parcial  –en la actualidad más de 10 mil y suponen ya el 25% de la plantilla-, la precarización de las condiciones laborales y el recorte de derechos.

Las ejecutivas estatales de CCOO y UGT de Correos se han encerrado hoy en el lugar designado por Correos para iniciar la negociación del IV Convenio Colectivo, una negociación que el presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, lleva ignorando desde su llegada hace más de tres años, y que ahora, en otra maniobra torticera y mediática con la que pretende blanquear su imagen, quiere abrir para dar cobertura y legitimar la ruptura de la normativa interna vigente (Convenio actual y Acuerdo funcionarial) y la precarización de las condiciones y derechos laborales que conlleva su   Plan Estratégico de Desguace.

Serrano, que como gestor ha abocado a la quiebra técnica a Correos, con pérdidas de hasta 600 millones en tres años,  ha contratado a golpe de talonario de decenas de miles de euros a varias consultoras, la última KPMG, que se suma a Deloitte, para precarizar los derechos de los más de 47.000 trabajadores y trabajadoras de Correos, recortar miles de empleos y deteriorar sus condiciones de trabajo, por lo que, ante esta inaceptable situación de desguace empresarial y del servicio público postal, CCOO y UGT han convocado tres días de huelga general (1, 2 y 3 de junio) bajo el lema “SALVEMOS EL SERVICIO POSTAL, SALVEMOS EL CORREO PÚBLICO”. 

CCOO y UGT se han negado durante dos años reiteradamente a participar en las falsas negociaciones en las que se ha venido tratando con otras organizaciones sindicales que apenas alcanzan el 24% de representación el desmantelamiento de Correos como servicio público, al que Serrano desprecia y abandona, buscando el pelotazo de la rentabilidad fácil y rápida para convertir la empresa en un operador logístico, con un recorte de miles de empleos para ahorrar costes –ya se han perdido 7000 en los últimos tres años- y dando entrada a miles de empleos basura a tiempo parcial -ya son 10 mil y representan más del 25% de la plantilla total- e incluso a que se externalice el reparto hacia trabajadores autónomos y subcontratados, sin relación contractual ni derechos laborales. Ambos sindicatos denuncian que esta bochornosa política de “amazonización” y precarización de las condiciones laborales es inaceptable en una empresa pública, cuya gestión es responsabilidad de un Gobierno progresista.

El nuevo intento de Serrano, que ha perdido los nervios ante la convocatoria de huelga, pretende escenificar la existencia de un diálogo social inexistente su plan de desguace laboral. Por eso, CCOO y UGT han rehusado sentarse a la falsa mesa de negociación, y han roto la misma realizando un encierro en el que se denuncia ante la sociedad la calamitosa gestión de Serrano, un político sin experiencia alguna en gestión empresarial, puesto a dedo en el cargo por afinidad personal con el Presidente del Gobierno.

En su desesperada huida hacia adelante, Serrano quiere ahora “negociar” (imponer) un nuevo convenio y acuerdo que le permita legitimar los traumáticos cambios laborales ya implantados en la organización del trabajo, y para hacerlo, ha contratado externamente (más dinero, más derroche, más deuda, más ruina) a la consultora KPMG para hacer el trabajo “sucio” de embaucar a los sindicatos que se dejen en las falsas mesas de negociación.

Después de más de tres años al frente de Correos, y de haber superado con nota el manual de mal gestor y dilapidador en consultoras y publicidad para el autobombo personal) y de imponer medidas organizativas unilaterales de su modelo de precariedad laboral, que ha aumentado a lo largo de los años (más de 10.000 contratos fijos y eventuales precarios: parciales, de días y de fines de semana), provocando la conflictividad laboral en la mayor empresa pública del país, ahora pretende imponer la flexibilidad en horarios, la jornada partida y condiciones de trabajo del modelo paquetero de última milla de Correos Express, abocando inevitablemente a Correos a la pérdida de empleo, cuantitativa y cualitativamente, y a la implantación del modelo de trabajadores (falsos) autónomos que ya existe en la filial del Grupo.

Para CCOO y UGT sobran los motivos para la huelga general convocada para junio en correos: modelo laboral de precariedad de Serrano y pérdida de servicio público que prestamos a la ciudadanía, que ponen en peligro a Correos como empresa y los empleos y las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras de la Sociedad Estatal pública.

Mientras el gobierno, mira para otro lado, y permite el modelo de desguace, hundimiento, fragmentación y desplome de la actividad postal, provocado por Serrano, CCOO y UGT continuarán con las movilizaciones hacia la huelga general convocada para los días 1, 2 y 3 de junio bajo el lema “salvemos el servicio postal”. Ambas organizaciones exigen la paralización del Plan de Desguace de Serrano, la reversión de sus nocivas y anti-públicas medidas, y una discusión real del Modelo Postal Público que necesita nuestro país para, en ese marco, definir el Plan Estratégico de Empresa y el laboral que requiere Correos para responder a la misión de prestación de servicio público que tiene encomendada y que los trabajadores/as prestan con una profesionalidad que no merece la impericia e incapacidad del presidente de la compañía pública.