UGT ha valorado el merecido Premio Princesa de Asturias de la Concordia otorgado este miércoles a los profesionales sanitarios en primera línea de combate frente al Covid-19. Merecido, a un nivel simbólico. Sin embargo es necesario tomar una serie de medidas que concreten mejoras en las condiciones laborales del colectivo y que revertirán sin duda en una mejor atención a la ciudadanía.

Desde el inicio de la crisis sanitaria hemos venido haciendo una serie de reivindicaciones que hoy es preciso recordar:

  • Redimensionar las plantillas de nuestro sistema público de salud, cuya poca elasticidad ha impedido dar una mejor respuesta a la situación sobrevenida por el Covid19. UGT ha señalado que es imprescindible una adecuación de las plantillas a las necesidades presentes y futuras de la población sanitaria. La polarización en la atención las personas con COVID-19 ha ralentizado la atención a personas con otras patologías que habrá que retomar y poner al día lo antes posible.
  • La organización sindical ha insistido en la consideración del COVID-19 como enfermedad profesional. Es evidente que el elevado número de profesionales infectados está asociado a un contagio por exposición a agente biológico en el lugar de trabajo. No es casual que un 26% del total de los contagios de la población española hayan recaído en el personal sanitario.
  • La elevada media de edad de los profesionales, muchos por encima de 60 años y por tanto catalogados como personas de riesgo ha llevado al sindicato a reiterar dos peticiones: La aplicación de los coeficientes reductores. UGT reclamó esta medida el 7 de febrero de 2019, y la jubilación parcial con contrato de relevo.
  • En materia retributiva UGT ha propuesto que, igual que se aplicaron medidas de recorte en la crisis anterior, se apliquen ahora otras medidas estatales. También pide la recuperación de los derechos que se recortaron como cobrar las pagas extraordinarias completas, incluyendo los complementos, acogiéndose al apartado 4 del artículo 22 del TREBEP.
  • Reclamamos también que se elimine la tasa de reposición para el sector y se reduzca de una vez por todas la elevada temporalidad que padecen los sanitarios.
  • Por último pedimos que el Gobierno y las Administraciones públicas concedan un descanso extraordinario y una atención especializada a nuestro personal sanitario, que se encuentra agotado física y psicológicamente tras el incansable trabajo de los últimos tres meses.