El periodo de máximo riesgo por Incendios Forestales en España comienza en la mayoría de territorios con la llegada de la época estival, siendo este inicio uno de los más atípicos vividos hasta ahora. Inmersos aun en los últimos coletazos de la Covid-19, y con la población y administraciones sumidas en abordar la fase final de la pandemia, las Bomberas y Bomberos Forestales miran con escepticismo las ruedas de prensa de Estado y las diferentes autonomías sobre medios humanos, materiales, inversiones, etc.

Durante estos meses de marzo, abril y mayo, los profesionales han estado realizando todo tipo de trabajos referidos a emergencia: traslado de material sanitario y primera necesidad; ayuda a personas dependientes en el mundo rural; revisión de infraestructuras básicas; montaje de hospitales de campaña; y sobre todo al que habría que destacar es la “limpieza y desinfección de infraestructuras críticas”. Trabajos que nunca han sido únicos, puesto que se han visto compaginados con la atención a inundaciones, búsqueda de personas y como no, la extinción de incendios forestales.

La Federación de empleadas y empleados de Servicios Públicos de UGT, lamenta que desde las administraciones se aprovechen de esta capacidad “camaleónica” de las BBFF para la atención de las multiemergencias y a la vez se niegue la incorporación real yefectiva al sistema de Protección Civil como trabajadores de emergencias que son.

Previsiones y Reivindicaciones

Estamos ante un año diferente, porque el “parón” productivo que ha sacudido a la nación, también se ha visto reflejado en nuestros bosques. Así tenemos como los tratamientos preventivos no se han podido finalizar en muchos de nuestros bosques, sumando la inacción humana en los tratamientos culturales y silvícolas en el mundo rural. Meteorológicamente hablando, observamos que una primavera abundante en lluvias, ha originado la proliferación de pastizal y arbustivas, pero que un mayo inusual con altas temperaturas, solo confirma las previsiones meteorológicas de lo que nos espera; un verano seco y cálido.

La satisfacción en los datos que arroja la estadística del ministerio, nos hacen temer un exceso de confianza por parte de administraciones, que esta fuera de la realidad. Dichos datos, muestran cómo estamos ante una reducción en este 2020 del número de hectáreas quemadas frente a la media del decenio, pero que no es más que la clara radiografía de un hecho: el confinamiento de la población durante los pasados meses, ha producido un descenso en el número de incidencias que, como todos sabemos son producidas por la mano el hombre en casi el 80% de ellas.

Otros hecho a destacar por parte de UGT, es la falta de inversión en los IIFF, donde las autonomías básicamente repiten en la mayoría de casos sus presupuestos de años anteriores, o recogen la inversión realizada por gobiernos anteriores en renovación de medios o recursos programada años atrás. Esta congelación no viene nada más que a dañar puestos de trabajo como el de los vigilantes fijos, donde varias autonomías han cerrado hasta en un 70% de las torres de vigilancia, o en otras autonomías los profesionales BBFF trabajarán menos semanas frente al fuego… Todo eso se suma a las demandas en renovación de material de trabajo, EPIs, adecuación de centros de trabajo, formación del personal y un largo etcétera, se vean paralizadas.

Pero si hay algo que preocupa a esta Coordinadora Estatal de Bomberos Forestales en UGT, es la temporalidad de las plantillas con la que las diferentes administraciones abordan esta campaña. Así podemos encontrarnos autonomías donde se debe contratar a un volumen de trabajadores temporales que se acerca en muchos casos el 20% de la plantilla, o que incluso diferentes dispositivos cuentan con más de un 30% de sus plantillas envejecidas, es decir, con trabajadores por encima de los cincuenta años.

Por todo lo anteriormente desarrollado, nos encontramos ante un periodo complejo, donde volvemos a demandar a las diferentes administraciones gestoras de los IIFF, que:

  • Es básico que se realice una planificación de las masas forestales, paisajística, preventiva, además de la actualización de los Planes INFO con respecto a la situación actual de nuestros montes y el cambio climático.
  • Es necesario una inversión adecuada al colectivo de BBFF, acabando con la temporalidad, fomentando la formación y adecuando las plantillas a las emergencias existentes.
  • Es preciso un Estatuto Básico como la regulación Estatal que unifique las condiciones laborales de todas las autonomías, y homogenice a nivel estatal.
  • Es primordial que el Ministerio desbloquee la concesión de los Coeficientes Reductores y edad de jubilación anticipada.