El registro de Juan Manuel Serrano en los cinco casi años que lleva de presidente de Correos, fue nombrado el veinticinco de julio de 2018, es tremendamente pobre a pesar de toda la auto propaganda que ha dedicado durante todos estos años así mismo.


Maestro de la auto propaganda, al parecer contribuyó al retorno de Pedro Sánchez a la vida política y a ganar las primarias, que le alzaron a candidato a la presidencia del gobierno, como su amigo íntimo y jefe de gabinete.

Ha utilizado las mismas estrategias de auto propaganda y autobombo, en Correos, pero los números de la contabilidad son muy fríos.

Maestro en hacer refritos de ideas previas, de hacer ensaladas con conceptos antiguos o proyectos caducos, Juan Manuel Serrano se ha dedicado estos casi cinco años a lanzar muchas ideas muchos planes de negocio pero después no reportar la ejecución de ninguno.

Tantas han sido las iniciativas que ha lanzado desde Correos, y más el número de acciones propagandísticas, desde adherirse a toda suerte de acciones sociales, desde el día de la mujer, a el Día del orgullo gay, que ciertamente ha mantenido confundida a la opinión pública, a sus propios compañeros a la sociedad estatal de participaciones industriales SEPI, y puede que seguramente a su mentor el presidente del gobierno, hasta hace poco. Que le envió los hombres de negro, de la SEPI.

Pero su larga escapada a pesar de que afirme que en febrero del próximo año él seguirá al frente de Correos, parece que se le va terminando.

En el mundo de los negocios, a pesar de utilizar todo tipo de artimañas, los números, las cuentas acaban, si no es en el ciclo de un año, algo más tarde, evidenciando las carencias de modelos de negocio que solo se basan en ideas fugaces.

Juan Manuel Serrano sigue siendo un maestro porque a pesar de que ya la corporación de Correos, está admitiendo unas importantes perdidas, él sigue dándolas de forma parcial y no reconociendo un solo fracaso entre todos los proyectos que ha emprendido estos años.

Haciendo un breve repaso de sus, iniciativas y comenzando con alguna de las más mediáticas,aquella de el Correo Market, marketplace que lanzó bajo el lema de yo me quedo destinada a la España vaciada, y presentada como un patriótico market place que le haría la competencia Amazon, la realidad es que a pesar de todo, su cifra de negocios aporta poquísimo a la facturación de Correos.

Se puede decir lo mismo con los fracasados proyectos de Correos Cargo la compañía de carga aérea que pintó a cuatro aviones alquilados de Iberojet con los colores de Correos, y con los que iba captar una parte de la tarta del mayor mercado de salida de paquetes del mundo como el mismo dijo, en este vídeo oficial en 2019, de los 4 aviones al parecer sólo se ha quedado con.


Correos Frío que el año pasado admitió que tenía apenas cuatro camiones en su flota o el servicio de Correos Logística bajo el cual justificaba convertir a todo Correos en una empresa logística, que se sustenta sobre dos plataformas únicamente para todo el territorio nacional y sin apenas implantación.

A pesar de la colaboración y el interés y las subvenciones para mantener un servicio bancario en la España vaciada los proyectos de servicios en el mundo rural tampoco han pasado de los planes a la gran realidad.

El proyecto de Serrano, como un buen maestro de agitprop, agitación y la propaganda, dando todo en proyectos voluntaristas, pero que han desconocido algo que es fundamental en los negocios modernos, que es que los crecimientos apoyados en crecimientos orgánicos de las empresas, son muy difíciles de alcanzar salvo los propulsados por ideas geniales e incluso esos han tardado. Serrano no tiene el genio de Jeff Bezos ni Jobs, ni su grado de compromiso en la ejecución. Y ellos tardaron más de una década.

Hoy los saltos cuantitativos en las facturaciones de las empresas se dan mediante la adquisición de grupos rivales y su integración empresarial.

Juan Manuel Serrano desconociendo esta mínima lección de principiante de cualquier empresa, ha vendido muy bien todas estas ideas, sin alertar a su audiencia que lo que proponía era un viaje imposible.

Un negocio como el postal como la logística o la paquetería apoyado en una mano de obra intensiva de cerca de 50.000 personas, para conseguir una facturación de dos mil millones, necesita de mucho volumen porque dentro de unos ajustadísimos márgenes cualquier error en los mismos lleva a perdidas cuantiosas.

La política de Juan Manuel Serrano ha sido la de los bandazos y las ideas felices.

Bandazos basados en un nulo interés en darle continuidad a la empresa.

Se ha cargado a todo directivo que pudiese entender y replicarle, por tener más información y más experiencia en el mundo postal.

Esta política de continuos ceses le era esencial para eliminar a todo testigo incómodo de estos bandazos de política empresarial.

Correos y Telégrafos S.A., tiende también otra particularidad que es la falta de control interno en la empresa.

Es una entidad difusa que por un lado no tiene un verdadero control, como una sociedad mercantil ya que el accionista es el estado y esto se hace a través de la SEPI.

Por otro lado tampoco es un ente público de la administración, donde habría controles como la IGAE, Intervención del estado previa y anual, la fiscalización continua del Tribunal de Cuentas o el sometimiento de las decisiones a la Abogacía del Estado.

Por mucho que sorprenda estos controles que mal que bien operan en la administración pública, no operan en Correos y por tanto se puede dar el caso como está pasando que un presidente haga y deshaga sin el más mínimo control.

Incluso el secretario del consejo, el secretario general de la sociedad, que era un abogado del estado, fue eliminado, y de ahí todo mínimo control de referir cuestiones delicadas a informes de la abogacía del estado.

El accionista representado por la SEPI ha estado ausente en casi cuatro años de los cinco de Serrano y solo a última hora y seguramente para desligarles y lavarse las manos de cualquier irregularidad, la Moncloa le ha mandado a personal de la SEPI para que vigilen a Serrano.

Este personal de la SEPI navega entre el miedo a cualquier represalia dada la cercanía que Juan Manuel Serrano dice que tiene con la Moncloa, y su amistad con Pedro Sánchez, y sus obligaciones como supervisores de empresas públicas.

Pero hasta ahora nada se ha filtrado desde la SEPI sobre unas cuentas tanto globales del grupo Correos como pormenorizadas con toda esta suerte de proyectos inconclusos o de pobre ejecución de la era Serrano.

Fuente: http://www.logisticaytransporte.es/noticias.php/El-registro-del-presidente-de-Correos-no-puede-ser-peor…