UGT reclama extremar la protección frente la exposición a altas temperaturas en el trabajo
La evaluación de riesgos laborales debe prevenir que no se agrave el estrés térmico por el uso de mascarillas
► Las altas temperaturas llevan asociadas un aumento de los riesgos laborales y de la posibilidad de sufrir accidentes de trabajo.
► Por eso es indispensable una correcta organización del trabajo, adaptar los horarios y los ritmos de trabajo, hacer pausas o reducir la exposición al sol.
► Además, los trabajadores deben ser informados de los riesgos existentes en sus puestos de trabajo, así como de las medidas preventivas que deben aplicarse.
Con el comienzo del verano ya se han activado avisos de riesgo en 15 provincias por altas temperaturas, con máximas entre los 32ºC y los 41ºC, que se alcanzarán durante esta semana. Olas de calor que son, cada vez, más intensas y frecuentes en nuestro país, que es especialmente vulnerable a los impactos del cambio climático. Según la Agencia Estatal de Meteorología, el verano dura actualmente 5 semanas más que a comienzos de los años 80 y la probabilidad de sufrir olas de calor se ha multiplicado por diez.
Por ello, la Unión General de Trabajadores recuerda que estas altas temperaturas llevan aparejados un aumento de los riesgos laborales y de la posibilidad de sufrir accidentes de trabajo, sobre todo, en aquellos trabajos a la intemperie como jardinería, limpieza viaria, obras de construcción, agricultura, o en actividades desarrolladas en lugares cerrados con fuentes de calor como cocinas, hornos, lavanderías, etc. donde se pueden alcanzar temperaturas extremas, por lo que exigimos que se cumpla con la normativa en prevención de riesgos laborales.
El sindicato recuerda que es indispensable que en las empresas haya una correcta organización del trabajo, con pausas que permitan recuperarse a los trabajadores, reduciendo la exposición al sol en horas en las que hace más calor y adaptando los ritmos de trabajo para conseguir que los trabajadores y trabajadoras se aclimaten a las altas temperaturas.
Es recomendable adaptar horarios para realizar la mayor carga de trabajo durante las horas en las que las temperaturas no son tan elevadas. Además, los trabajadores y trabajadoras deben ser informados sobre los riesgos existentes en sus puestos de trabajo, así como de las medidas preventivas que deben aplicarse.
Calor y mascarillas
A todo lo anterior hay que añadir la situación actual en la que nos encontramos por la pandemia debida a la COVID-19 ya que, dado que se obliga al uso de mascarillas, esto puede agravar el riesgo de sufrir estrés térmico, algo que las empresas deberán tener en cuenta en la evaluación de riesgos laborales.
Las mascarillas producen sensación de calor, ya que su uso eleva la temperatura corporal al bloquear la entrada de aire frio al organismo, pudiendo provocar deshidratación por lo que deben adoptarse, entre otras, algunas medidas como: cambiarla si se humedece por el sudor o beber abundante agua -aunque no se tenga sensación de sed-. Las autoridades sanitarias deberían valorar si el uso de mascarilla podría desencadenar en un golpe de calor y ofrecer recomendaciones para su uso en los casos de trabajos expuestos a temperaturas extremas.
Para evitar que se produzcan muertes en el trabajo relacionadas con la exposición a temperaturas extremas, instamos a las empresas al cumplimiento de las jornadas especiales establecidas en los convenios y a que establezcan protocolos para evitar este tipo de riesgos, conviene recordar que la prevención de riesgos no es un coste sino una inversión.
E instamos a la Inspección de Trabajo a que extreme la vigilancia en el cumplimiento de la normativa y los convenios colectivos en relación con la prevención de este riesgo laboral.