Este 8 de Marzo, desde FeSP-UGT nos volcamos en visibilizar las reivindicaciones y propuestas que día a día trabajamos en los centros de trabajo con el objetivo de mejorar la vida de mujeres y hombres en los servicios públicos y en todos los ámbitos de la sociedad.

En la actualidad, el mercado laboral se sigue caracterizando por una fuerte división sexual del empleo que tiene consecuencias tanto en las trayectorias profesionales de mujeres y hombres como en sus respectivas retribuciones y pensiones. La elección de los itinerarios formativos que determinan el desempeño profesional futuro de las mujeres, se orienta hacia ocupaciones relacionadas con las tareas de cuidados, por lo que en los servicios públicos se da una sobrerrepresentación femenina en el sector educativo, sociosanitario y de atención social. A pesar de ser mayoritaria la presencia femenina en los diferentes sectores, los puestos de responsabilidad siguen estando ocupados por los hombres.

Incluso en las Administraciones Públicas, las contrataciones temporales y a tiempo parcial recaen sobre las mujeres, en los diferentes regímenes de vinculación. La falta de seguridad laboral, el empleo intermitente, la renuncia involuntaria al progreso profesional y la reducción en los ingresos sitúa a muchas empleadas de los servicios públicos en el denominado precariado.

Además, la brecha salarial de género es un desafío a resolver en las administraciones públicas y alcanza un 14%, y existe también una brecha en materia de corresponsabilidad en los servicios públicos, ya que son las mujeres las que sostienen con su esfuerzo los hogares, realizando un trabajo invisible no remunerado. Reducen sus jornadas con la consiguiente reducción de ingresos en el hogar. Y renuncian al progreso profesional, perdiendo su talento y desaprovechando la inversión realizada en su formación.

FeSP-UGT apuesta por una gran movilización general en todo el país para exigir al nuevo gobierno, a los poderes públicos y a las organizaciones empresariales las medidas necesarias que garanticen la eliminación de las discriminaciones y fomenten la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres.

FeSP-UGT considera fundamental en las movilizaciones hacer visibles las demandas a los poderes públicos, ya que la igualdad efectiva entre mujeres y hombres requiere de compromiso e inversión para la aprobación de legislación, el impulso de políticas públicas y la dotación de presupuesto, personal y recursos para hacer efectivos los derechos.

FeSP-UGT cree primordial implicarse en denunciar y frenar de manera contundente los recortes del sistema de bienestar, así como las medidas que puedan suponer un deterioro de los servicios públicos o la aprobación e implementación de reformas retrógradas que no posibiliten el desarrollo de las políticas de igualdad efectivas.

FeSP-UGT se suma al llamamiento de salvaguardar la democracia y poner en valor la defensa de la igualdad entre mujeres y hombres como característica irrenunciable de la misma, más si cabe en la actual coyuntura de auge, por parte de partidos políticos de derecha, de cuestionar las políticas de igualdad y la existencia de graves problemas como las violencias machistas.

FeSP-UGT, junto a UGT, va a establecer un plan de acción durante todo el año para visibilizar y exigir cambios reales en las políticas, más recursos y modificaciones legislativas para lograr la plena equiparación entre mujeres y hombres.

FeSP-UGT, como UGT, considera que debe buscar confluencias con otros sindicatos, organizaciones, plataformas y movimientos, porque unirse con otros en una reivindicación esencial como es la igualdad de las mujeres, hace más seguro su éxito. El 8 de marzo, como el Primero de Mayo, surge del movimiento obrero, que es también internacionalista, pacifista y feminista y todo el mundo tiene un sitio en esta lucha.

MANIFIESTO