Valoración sentencia del Tribunal Supremo sobre «La Manada»
UGT valora positivamente la Sentencia del Tribunal Supremo, que incrementa las penas de cárcel, pasando de 9 a 15 años de prisión, a los acusados de agredir sexualmente a una joven en Navarra, en el año 2016, si bien considera que la justicia ha tardado demasiado tiempo en reaccionar.
Tres años de periplo judicial, varias manifestaciones de grupos feministas y hasta una propuesta de modificación del Código Penal que se encuentra en trámite, han sido necesarios para que la joven víctima de múltiples violaciones (reconocida ahora por la Sentencia del TS) a manos de los 5 hombres que se hacían llamar “la manada”, consiguiera por fin una resolución judicial que reconoce que esa noche ella sufrió múltiples agresiones sexuales, y sus agresores, por fin, esta tarde ingresarán en prisión, esperamos que por un largo periodo.
Desde UGT consideramos que en nuestro sistema judicial y en la sociedad en general, sigue imperando una regla no escrita en la que “por norma” se pone en tela de juicio el testimonio de las mujeres, cuando denuncian cualquier tipo de agresiones hacia su persona.
En las empresas sucede con demasiada frecuencia esta situación. Lo comprobamos sobre todo cuando se producen casos de acoso sexual o de acoso por razón de sexo, y las víctimas no denuncian a sus acosadores porque temen no ser creídas.
Lo vemos también en la violencia de género, cuando muchas de las víctimas no denuncian a sus maltratadores porque temen no ser creídas, sobre todo cuando el maltrato es psicológico.
El testimonio y la veracidad de sus relatos se cuestiona continuamente, pero no solo eso. Se cuestiona a las mujeres por lo que dicen, por lo que hacen, por cómo se visten, con quien se relacionan, etc. Las mujeres vivimos permanentemente cuestionadas, lo que lleva a que cuando acudimos a nuestro sistema judicial en busca de protección jurídica, tras sufrir acoso o agresiones sexuales, en demasiadas ocasiones, miembros de los tribunales de justicia hacen sentir a las presuntas víctimas, responsables de lo que les ha ocurrido.
Lo sentimos en el caso de Diana Quer cuando en algunos foros se la “culpaba” por ir sola de noche por una zona con poca luz, o en cuando también en 2016, una jueza de Vitoria preguntó a una víctima de violación cuando la tomó declaración, “si cerró bien las piernas”, o el juicio sobre violación en el que se cuestionaba el testimonio de la presunta víctima por la falda que llevaba puesta. Estos y otros ejemplos que podríamos seguir desgranando y no terminaríamos.
Desde UGT esperamos que esta Sentencia cree un precedente y sirva para que las mujeres no tengan que esperar años para ver resarcido su derecho a ser creídas, al tiempo que queremos lanzar una consigna ante el machismo reinante en algunos de nuestros tribunales de justicia, diciendo BASTA YA DE JUSTICIA PATRIARCAL.