El sector AGE de la FSP-UGT presentó ante la Dirección General de Función Pública un escrito solicitando, en base a lo dispuesto en la Disposición Adicional Decimoctava del Real Decreto 20/2012, la ampliación de los supuestos excepcionales que, debidamente justificados, den derecho a que se abonen el 100% de las retribuciones del empleado/a público de la AGE en situación de incapacidad transitoria por contingencia común.

UGTentiende que las medidas impuestas por el Real Decreto fueron completamente coyunturales, por ello, y una vez reconocido por el propio Gobierno el extraordinario sacrificio solidario que los empleados/as de la AGE hemos realizado, solicitamos la restitución completa de los derechos laborales y económicos que teníamos antes del Real Decreto, y entre ellos el abono del total de las retribuciones en situación de incapacidad transitoria. Exigimos el final de los “descuentos”

No obstante lo anterior, y en tanto se consigue este objetivo, hemos reclamado la ampliación del catálogo de enfermedades graves para las que no se aplicaría reducción salarial durante la IT que ahora se aplica sólo a situaciones de accidente de trabajo, enfermedad profesional, tratamientos de radioterapia o quimioterapia, tratamientos que tengan inicio durante la gestación, aún sin riesgo para el embarazo o la lactancia,  hospitalización e intervención quirúrgica.

  •  Asistencia a urgencias que impidan la asistencia al trabajo.
  • Neoplasias malignas.
  • Víctimas de violencia de género.
  • Patologías transmisibles que puedan originar riesgos epidemiológicos.
  • Procesos infecciosos graves (Hepatitis vírica, TBC, VIH, Neumonía…).
  • Patologías psiquiátricas que puedan suponer riesgo para las personas.
  • Patologías neurológicas que produzcan importante grado de dependencia.
  • Patologías del Sistema Nervioso Central (Epilepsia, Párkinson, Alzheimer…).
  • Fracturas.
  • Patologías articulares graves (fibromialgia, poliartritis, artrosis psoriasica).
  • Accidentes cerebro vasculares.
  • Cardiopatías agudas graves.
  • Patologías renales que precisen tratamiento con diálisis.
  • Incapacidad por hábitos tóxicos enmarcada en procesos de desintoxicación.
  • Patologías gestacionales (embarazo ectópico, de alto riesgo o gemelar, aborto)
  • Mastopatías.