OTRA CONSECUENCIA DEL PLAN ESTRATÉGICO FIRMADO POR CSIF, SL y CIG

EL PERSONAL RURAL: DE PRESTADOR DE SERVICIO PÚBLICO POSTAL A “AMBULANTE” PAQUETERO Y MULTISERVICIO.

  • CONVERTIDO EN KIOSKERO AMBULANTE DE MULTISERVICIOS Y CHUCHES VARIOS.
  • FORZADO A OBJETIVOS DE VENTAS Y FACTURACIÓN ILEGALES, BAJO AMENAZA.
  • OBLIGADO A MAQUILLAR LAS LIQUIDACIONES Y OBJETIVOS Y A CUSTODIAR LOS OBJETOS POSTALES EN SU CASA (ILEGAL).

UGT y CCOO todavía recordamos la campaña millonaria que Serrano lanzó en Navidades: #ViveDondeQuieras. Con el falso discurso de la España vaciada tapaba, una vez más, su intención de ir dejando de lado la misión de prestación pública que tiene encomendada el personal rural, para ir convirtiéndolo paulatinamente en kiosquero multiservicio y paquetero, con mayores cargas y funciones, y sin ninguna contrapartida. Todo vale con tal de arreglar la maltrecha cuenta de resultados que el presidente ha dejado en pérdidas históricas (que se van a repetir de nuevo en 2021 y por eso no ha publicado todavía las cuentas).

En este caso la iniciativa, acompañada de la entrega de más de 6.000 PDA, no busca el refuerzo del servicio público postal en la España vaciada, sino que trata de evitar perder una buena tajada de los fondos europeos, en cuya solicitud incluyó la importancia de Correos como servicio esencial en el ámbito rural y en la recuperación del país.

Este cínico equilibrista, Serrano, mientras por un lado renuncia, justifica y defiende el recorte de 200 millones de financiación del servicio público en las Leyes de Presupuestos del Estado para 2021 y 2022 –despreciando la España vaciada-, ahora tiene que poner en fila a los/as carteros/as rurales para que, haciendo de comerciales, paqueteros y “oficinas” multiservicios le arreglen el agujero que el mismo ha propiciado renunciando a la financiación del Servicio Público Postal y gestionando la empresa hasta llevarla al agujero financiero que la tiene en quiebra técnica. Y, lo más insultante, poniendo como argumento la España vaciada que, con su renuncia al servicio público, él contribuye a vaciar. Todavía está reciente el “trato-truco” que le propuso Serrano a los Ayuntamientos con los cajeros automáticos, un servicio financiero que, aun no siendo fraudulento, era una auténtica tomadura de pelo a los ayuntamientos medianos y pequeños (en algunos casos, era más caro el servicio ofrecido que el presupuesto del ayuntamiento). Claro que, en esto, como en todo, lo que está haciendo cuenta con el apoyo incondicional de los firmantes del Plan Estratégico “de desguace” (CSIF, SL y CIG), los sindicatos cómplices de este dislate que conlleva para el personal rural sobrecargas de trabajo, recortes de plantilla y un ejercicio de responsabilidad añadida. Nuevas funciones, sin contrapartidas, ni laborales, ni salariales. ¿Acaso van a subirle la aportación de local? ¿Quizás el “plus de gasolina”? ¿Las retribuciones?

No, claro que no. Se les “encasqueta” un KIT POSTAL (sobres prefranqueados, cartas certificadas, blísteres de sellos, cajas de diferentes tamaños, sobres acolchados, previa firma de entrega y custodia hasta su venta) que, sin formación alguna y dejando de lado el servicio postal tradicional -no es prioritario-, deben ofrecer y vender diariamente, con unos objetivos diarios de venta de 11 euros por rural y 5 productos por semana, todo mediante instrucciones verbales, no por escrito -saben que es ilegal hacerlo-, y bajo la amenaza velada o directa de que, si no lo cumplen, les “caerá” un informe negativo de desempeño del puesto, siendo agravada la presión sobre el personal eventual, ya que, de manera soterrada, se les amenaza con que no se les contratará.

Para no perder los fondos europeos solicitados, Serrano, los jefecillos de turno y los sindicatos cómplices, tratan de obligar al personal a hacer un “amaño” para asegurar la venta y/o facturación de los productos: bien quedándose la primera media hora de apertura de la oficina dependiente y obligándoles a que se imputen la venta de los primeros clientes, o haciendo que los rurales que se excedan de los objetivos, borren el exceso de su PDA para grabarlos posteriormente en la PDA del compañero que ese día no alcanzó los objetivo.

A nadie se le escapa este intento de marcar objetivos de facturación individual al personal de distribución, sistema que funciona desde hace años en CEX y que abre el camino para el conjunto de la red de reparto de Correos. De momento, la cosa se queda ahí, pero tampoco se le escapa a nadie que este es el primer paso para condicionar nuestras retribuciones variables (CPA) a medio plazo, vinculándolas al cumplimiento de objetivos individuales. Afortunadamente, el Convenio y Acuerdo General no lo permiten y de querer imponerse, lo llevaremos a la Audiencia Nacional. Quizás a CSIF, SL y CIG firmantes de estos atropellos y que están impacientes por negociar el nuevo Convenio, no les parezca nada mal.

UGT y CCOO no aceptan ni aceptarán utilizar al personal rural como rehén para tapar el agujero generado por el presidente de Correos con su nefasta gestión. No es de recibo que, con una mano, se renuncie y saque pecho por el recorte de la financiación pública (200 millones menos en dos años), lo que está obligando a recortar plantilla rural e incrementar las cargas de trabajo, y conlleva un deterioro progresivo de la prestación del servicio público postal, y, con la otra, se exprima al personal rural para que tape ese agujero económico y de prestación social, precarizando sus condiciones laborales, donde la indemnización y suplido por coche lleva congelado desde hace una década, agravándose actualmente por el incremento de carburante, como consecuencia de la guerra, convirtiéndose en un artículo de lujo y donde Correos frivoliza, diciendo que ofrece vehículo de empresa como alternativa. La realidad de su preocupación por la España vaciada es que Correos aporta vehículo donde saca beneficio, dejando tirados a miles de rurales con cientos de Kms diarios, que como no son rentables porque solo prestan SPU, no tienen derecho a la aportación de vehículo de empresa.

El coste de la prestación no puede recaer en los bolsillos del personal rural, sometido a las alzas del mercado, por tanto, UGT y CCOO exigimos soluciones efectivas por la volatilidad del precio de los carburantes.

Cada vez hay más pruebas de que no nos merecemos este presidente ni a sus cómplices en el desguace postal y que se van dando las razones para una movilización general.

LA ESPAÑA VACIADA SE LLENA REFORZANDO SU PLANTILLA Y SUS CONDICIONES DE TRABAJO, NO EXPLOTANDO AL PERSONAL RURAL

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