FSP-UGT muestra su preocupación ante los nuevos riesgos como el tecnoestrés y el abuso de la utilización de los dispositivos móviles en el entorno laboral.

En la sociedad del siglo XXI nos cuesta encontrar personas “sin conexión” cerca de nuestro entorno social o laboral. Quién no se ha olvidado el Smartphone en casa o en el trabajo y ha tenido que volver a por él. ¿Puedes estar el fin de semana sin consultar el correo de trabajo?. Quizá esté sufriendo una dependencia tecnológica denominada como “tecnoestres”.

Cada vez dedicamos más tiempo a las tecnologías, ya sea en el ámbito laboral o en casa. Las tablets, el ortdenador, el móvil… todos estos aparatos forman parte de nuestra vida cotidiana. El problema surge cuando el abuso de estos dispositivos causa patologías físicas o psicológicas.

La gente no se concentra en las reuniones o se pierde momentos interesantes de nuestra vida por estar mirando el WhatsApp o las redes sociales. Además esta dependencia nos hace menos libres y afecta cada vez más en el mundo laboral, ya que las jornadas de trabajo se alargan entre 2 y 3 horas para el 45% de los empleados. Vemos también como el ritmo de trabajo ya no lo imponen las personas, sino las tecnologías.

Los trastornos más comunes con los que nos encontramos derivados de esta adición suelen ser, musculoesqueleticas, trastornos del sueño, falta de concentración… Según algunos estudios publicados se cifra que entre un 30 y un 50% de la población son dependientes de la tecnología, mientras q entre el 6 y el 10% se pueden considerar adictos. Quienes sufren de esta dependencia pueden llegar a la irritabilidad y la agresividad si no están conectados, además de producirse un aislamiento social incluso una desconexión del entorno laboral.

En un informe del Observatorio Permanente de Riesgos Psicosociales de UGT, se recoge que otro de los efectos es la fatiga mental y cognitiva por los excesivos estímulos tecnológicos e incluso por la sobreinformación. El tecnoestrés produce ansiedad, depresión, cefaleas y aislamiento social, y advierte de que también afecta a los niños y jóvenes, “ya que imitan las conductas de los mayores”.

Recomendaciones

– Pautar el uso del móvil: dejarlo apartado en reuniones, cuando se está con la familia o en una comida de amigos.

– Consultar el correo en un horario estipulado: dos veces por la mañana y dos por la tarde.

– Apagar los dispositivos por la noche.

– Hacer desconexiones diarias de una o dos horas, incluso fines de semana completos.

– Desconexión activa: pasear, leer, hacer deporte…

– Utilizar vías tradicionales de comunicación.