Ante la ola de calor que se vive en los centros escolares, UGT exige respuestas adecuadas
Las declaraciones de un político, responsable en este caso, de la Sanidad madrileña, sobre la ola de calor y su repercusión en la aulas, nos deja atónitos por la falta de sensibilidad hacia el alumnado y hacia el profesorado, así como por su desconocimiento de la situación que viven nuestros centros escolares.
Sus palabras de “hacer abanicos de papel, hidratarse bien y ventilar las clases” para combatir la ola de calor, demuestran la ignorancia del Consejero y además desprecia la labor docente, que en situaciones como la actual, soportando temperaturas elevadas, se hace más complicada.
Con temperaturas de más 33 grados en las aulas y aún más en los patios, el profesorado está atendiendo situaciones de mareos, vómitos, sangrado de nariz, aumento de conductas disruptivas, apatías,… situaciones que están complicando este final de curso.
El sector de enseñanza de FeSP-UGT siempre ha reclamado que las infraestructuras de los centros escolares han de ser adecuadas a la climatología y a las características del alumnado y además, los recursos humanos y materiales han de ser suficientes para ofrecer una atención individualizada y a las necesidades del alumnado. Las administraciones educativas y locales, son las responsables de arbitrar medidas excepcionales en casos como el actual.
El sindicato denuncia que en los centros educativos no se aplica en general la ley de Prevención de Riesgos Laborales que fija en 27 grados el límite para trabajar Casi todos los colegios e institutos superan esa temperatura todo el día.
Por tanto, esa “terapia ocupacional muy importante para los niños, haciéndolo como lo hacíamos cuando éramos pequeños, dobla, dobla, dobla y tienes el abanico», como afirmó el consejero madrileño, roza el ridículo.
Por nuestra parte, le aconsejamos que pase una jornada lectiva en un aula con 33 alumnos, con 33 grados de calor, que mantenga la motivación de los escolares, que imparta docencia, que atienda las situaciones provocadas, en este caso por la ola de calor… y luego hable.