UGT insta a las patronales de Dependencia a reconsiderar su oposición a cerrar el VII Convenio Estatal con un texto de mínimos
El sindicato se muestra especialmente preocupado por la situación de bloqueo que mantiene en la precariedad a casi 180.000 trabajadoras
La Federación de Empleadas de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT ha remitido una carta a las patronales de Dependencia FED, AESTE y LARES, donde les piden que reconsideren su postura actual y acepten la propuesta que UGT presentó en la última reunión de la Mesa de Negociación el VII Convenio Estatal de Servicos y de Atención a Personas Dependientes y Desarrollo de la Autonomía Personal, tras dos años de estancamiento. La medida, compartida por CCOO, el otro sindicato presente en la mesa, es cerrar la negociación del VII Convenio Estatal con un texto igual al del anterior convenio más las modificaciones debidas a las sentencias que son de obligado cumplimiento y los acuerdos adoptados por patronal y sindicatos en el seno de la Comisión Paritaria.
Esta propuesta no aborda modificaciones salariales, más allá de las recogidas en el convenio actualmente vigente.
UGT ha subrayado que este plantamiento permitiría abrir la negociación de un nuevo convenio y tratar de mejorar las condiciones laborales de casi 180.000 trabajadoras y trabajadores. El sindicato recuerda que la firma del anterior convenio también estuvo rodeada de dificultadas y solo se pudo cerrar un acuerdo tras un acto de mediación en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA).
UGT ha destacado su intención de defender la figura de la gerocultora y promover su reconomiento, un colectivo que requiere una formación y unas acreditaciones para ejercer su profesión. El sindicato se mantiene firme ante la pretensión, por parte de las patronales, de incluir entre las funciones del gerocultor/as tareas que son propias del trabajo doméstico. Una exigencia que UGT considera inaceptable, pues restaría profesionalidad y dedicación a la función principal del colectivo: la atención y cuidado a los dependientes que están a su cargo. La exigencia de las patronales merma los derechos laborales de las gerocultora y la calidad del servicio a los dependientes.