61ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU
La 61ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU (CSW), se celebró en la sede de las Naciones Unidas del 12 al 24 de marzo, dicha Comisión es el principal órgano internacional intergubernamental dedicado exclusivamente a la promoción de la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, y cuyo tema principal fue: El empoderamiento económico de la mujer en un mundo cambiante.
Las conclusiones de esta reunión reconocen importantes objetivos de la agenda política de la Internacional de los Servicios Públicos, a la vez que también dejan algunos vacíos, por los que continuaremos abogando sin descanso:
- La eliminación de la brecha salarial de género y la conquista de salario igual por un trabajo de igual valor.
- La defensa de los servicios públicos, como base fundamental del ejercicio de los derechos de las mujeres. También se debe reconocer que es fundamental el carácter público de la educación, la salud, el cuidado y la protección social. Estos servicios públicos que deben ser universales, de calidad y sensibles al género.
- Los pasos que los Estados deben dar para incrementar la inversión pública que acelere el empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo, relativo al mejoramiento de la recaudación fiscal y la puesta en marcha de sistemas de impuestos equitativos y progresivos. Quedaron en el tintero de las negociaciones el combate a los paraísos fiscales como una de las formas de abordar la evasión fiscal.
La importancia de la inversión en la generación de empleos decentes en los sectores de salud y servicios sociales, que cuentan con una predominancia de fuerza de trabajo femenina. El incremento de su valor social y consolidación de la formación y carrera profesional.
- La adopción de políticas migratorias sensibles al género y el reconocimiento los plenos derechos y el trabajo decente de las trabajadoras migrantes.
- La visibilización de la interseccionalidad de discriminaciones de las que son objeto también las mujeres trabajadoras afrodescendientes, indígenas y con discapacidades.
El reconocimiento de la Declaración de los Derechos Fundamentales en el Trabajo, el Trabajo Decente y Normas Internacionales del Trabajo que promueven la igualdad de género, como base fundamental del desarrollo de las mujeres trabajadoras, fueron uno de los principales logros; así como, la importancia de reconocer, por primera vez, los límites que ha impuesto la división sexual del trabajo y la necesidad de tomar medidas para superar la segregación horizontal y vertical de género. Otro aspecto apreciable fue la decisión de promocionar la redistribución del trabajo de cuidado, elevando su valor social.
La afirmación de los sindicatos como interlocutores legítimos, la negociación colectiva y el diálogo social fueron elementos destacados, no así la invisibilización del rol fundamental en el seguimiento y la implementación de los Acuerdos que tiene la OIT, única instancia tripartita del Sistema de Naciones Unidas, especializada en el derecho laboral, institución que quedó opacada en el párrafo 59, bajo la generalidad de todas las instituciones del Sistema de Naciones Unidas.
António Guterres, como nuevo Secretario General de las Naciones Unidas, manifestó un compromiso público ante las organizaciones de la sociedad civil presentes, para coadyuvar esfuerzos en el logro de la igualdad de género, en la que también los hombres están involucrados y comprometidos.
Por último señalamos que, la Secretaria General de la ISP, Rosa Pavanelli declaró que “seguiremos abogando por el derecho humano a la salud y educación de las mujeres y niñas, sobre todo su derecho a contar con salud y educación públicas de calidad, defenderemos a la OIT y su rol fundamental en el mundo del trabajo; así como también consolidaremos nuestra unidad de acción con la CSI, los Sindicatos Globales y el movimiento de mujeres a nivel mundial para lograr justicia de género
Por último señalamos que, la Secretaria General de la ISP, Rosa Pavanelli declaró que “seguiremos abogando por el derecho humano a la salud y educación de las mujeres y niñas, sobre todo su derecho a contar con salud y educación públicas de calidad, defenderemos a la OIT y su rol fundamental en el mundo del trabajo; así como también consolidaremos nuestra unidad de acción con la CSI, los Sindicatos Globales y el movimiento de mujeres a nivel mundial para lograr justicia de género”.
La FeSP-UGT ya mira hacia la sesión 62 de la CSW, cuyo tema principal será los “retos y oportunidades para lograr el empoderamiento de las mujeres y niñas del sector rural”, que pondrán a prueba una vez más la capacidad de la ISP para defender los servicios públicos para las mujeres, demostrando el fracaso de las Asociaciones Público-Privadas y levantando con fuerza los beneficios para la re-inversión pública que tienen las Asociaciones Público-Públicas y las Asociaciones Público-Comunitarias.